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La Capilla Virgen de la Estrella ha acogido la tarde del viernes 31 de mayo la presentación del cartel del 25 aniversario de la coronación canónica de María Santísima de la Estrella, obra del pintor Jonathan Sánchez Aguilera, quien ha plasmado el rostro de la Virgen en un fondo de recortes de periódicos reales de la época, con crónicas de la coronación y sus días previos.
El acto, presentado por el periodista Fran López de Paz, contó con la presencia de Antonio Rodríguez Barbeito, quien deleitó a los presentes con un poema de Nicolás Fontanillas.
“La historia que celebramos, los cielos de Triana que anhelamos y la luz de la Virgen”
En el cartel, realizado en técnica mixta sobre tabla con un formato de 120 por 80 centímetros, aparecen las crónicas de todo lo relativo a la coronación de mano de los periodistas de aquel momento, Fran López de Paz, Carlos Colón, Javier Rubio, Paco García, Juan Miguel Vega, Carlos Navarro, Miguel Ángel Moreno, Carlos García Lara, Pepe Gómez Palas, Santiago Arenado y la del recordado Fernando Carrasco. Artículos con las fotos de Manuel Ruesga, de Alejandro Ruesga, de Martín Cartaya, de Serrano, de Miguel Manzano…
En el centro de toda esa historia escrita aparece el rostro de la Virgen. “La Estrella, con la realidad desnuda de su belleza, solo de su inmensa belleza; que es con la que nos mira desde el corazón del cartel como un fogonazo que invita a volver a vivir los días grandes que ocurrieron hace 25 años”, afirma el autor.
“Y sosteniendo la historia y la belleza: el puente y el río cuando el sol se empieza a despedir el Domingo de Ramos”, añade Sánchez Aguilera. “A la hora en la que ya ha pasado la Virgen y el cielo le dice adiós pintando la verbena de colores con la que empieza a marcharse la atardecida. Ese es el cartel: la historia que celebramos, los cielos de Triana que anhelamos y la luz de la Virgen.”
“Un mosaico de la gente y de las cosas maravillosas que pudimos vivir”
Reproducimos a continuación las palabras del autor en la presentación del acto:
“Dicen que una fotografía es como congelar un momento de la historia y que una página de periódico es el mármol hecho papel en el que se escribe esa historia. Los recortes de los periódicos que todavía conservamos en casa son testigos de un sinfín de acontecimientos cotidianos. Quién no guarda, o guardaba entre las páginas de un libro un recorte de periódico con un artículo que te llamó la atención o de un acontecimiento.
La coronación de la Estrella fue probablemente la que más ríos de tinta, de buena tinta, derramó. Supimos que la Virgen se iba a coronar tres años antes del día señalado. Fueron tres años de noticias, de artículos, de anhelos, de ilusiones plasmados en la prensa. Entonces teníamos en Sevilla cuatro periódicos, el doble de los que ahora se editan. Y además la coronación fue el colofón de un Congreso Internacional de Cofradías, el primero, del que también se informó de manera abundante Esos periódicos son hoy heraldos de una historia que he querido plasmar en el cartel.
En esos recortes – que no son copias sino fragmentos de periódicos reales de la época- están las crónicas de la coronación y de sus días previos. Entre todos componen un mosaico de la gente y de las cosas maravillosas que pudimos vivir. Ahí está el momento en el que el entonces arzobispo Amigo Vallejo coronó a la Virgen. Una foto que también se difundió de manera especial y eso que en 1999 no existían las redes sociales ni los actuales elementos de difusión.
Ahí están las lágrimas de Rafael Medina, el hermano mayor, la emoción de José Sánchez Dubé, apóstol de la coronación, el recuerdo de Ramón Sánchez Núñez y de Ignacio Morente que ya no están, el privilegio del prioste, de Kiki que fue el seise apócrifo que llevó la corona, de Antonio Garduño, de tantos hermanos que se ilusionaron con aquel anhelo.
De las siete marchas que se compusieron, del trabajo realizado en la corona por Juan Borrero y Paco Fernández, del Alcalde de aquel momento, Sánchez Monteseirín. Cuando le impuso la medalla en esta Capilla pidió quedarse un instante más arriba en el paso disfrutando de la cercanía de la Virgen. O aquel artículo que nos recordaba que la Estrella coronada entró aquella madrugada del 1 de diciembre de 1999 a las cinco de la madrugada.
También aparece escondido en el margen inferior, como detrás del papel roto que alude al paso del tiempo, el sello postal real conmemorativo de la coronación que editó correos, con el valor facial en pesetas como era normal en 1999 y que vuelve a cobrar valor y nos sirve para hacernos llegar a través del cartel todas aquellas crónicas que sucedieron hace 25 años.
Ahí están las crónicas de todo lo relativo a la coronación de mano de los periodistas de aquel momento, Fran López de Paz, Carlos Colón, Javier Rubio, Paco García, Juan Miguel Vega, Carlos Navarro, Miguel Ángel Moreno, Carlos García Lara, Pepe Gómez Palas, Santiago Arenado y por supuesto también la del recordado Fernando Carrasco. Artículos con las fotos de Manuel Ruesga, de Alejandro Ruesga, de Martín Cartaya, de Serrano, de Miguel Manzano…
En el centro de toda esa historia escrita aparece el rostro de la Virgen. La Estrella, con la realidad desnuda de su belleza, solo de su inmensa belleza; que es con la que nos mira desde el corazón del cartel como un fogonazo que invita a volver a vivir los días grandes que ocurrieron hace 25 años.
Y sosteniendo la historia y la belleza: el puente y el río cuando el sol se empieza a despedir el domingo de ramos. A la hora en la que ya ha pasado la Virgen y el cielo le dice adiós pintando la verbena de colores con la que empieza a marcharse la atardecida.
Ese es el cartel: la historia que celebramos, los cielos de Triana que anhelamos y la luz de la Virgen.
La Estrella y la luz son siempre dos sinónimos.
Barbeito escribió “Porque a la luz le conviene, busca tu talle sucinto”; Cuando rezamos la salve decimos “faro, guía, luz de Triana”; “Sublime estrella radiante cuya luz ni el sol apaga” escribió Rodríguez Buzón. Con este cartel yo he tenido un privilegio. Pintar la luz es muy difícil. Pero cuando se pinta a la Estrella también se está pintando la luz.
El autor
Natural de la localidad sevillana de Coria del Río, nació en 1982 y desde pequeño mostró su afición por los lápices y los pinceles, lo que le llevó a formarse como pintor en la Escuela Della Robbia. Posteriormente, su búsqueda incansable de nuevos matices pictóricos y posibilidades creativas le llevaron a profundizar en un estilo que camina entre el realismo y el hiperrealismo.
Asimismo, ha realizado pintura sacra para varias iglesias, tales como la del Escapulario de San Simón Stock y el Tríptico de la Coronación para el Santo Ángel de Sevilla o las cinco enormes pinturas que componen el retablo mayor de la Parroquia de San José en Coria del Río, participando también en numerosas exposiciones tanto a nivel nacional como internacional, realizando además diversos trabajos para galerías de arte de varias ciudades españolas, como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia, entre otras, y recibiendo varios premios relacionados con el mundo de la pintura.
Fotos: Mª Carmen Martín
