El palio de Ojeda y los varales de Armenta procesionarán este Domingo de Ramos tras su restauración

Mañana domingo, 2 de abril,  veremos de nuevo los varales de Emilio Armenta (1955) procesionar tras dejar de hacerlo en 2010. Estos varales fueron proyectados por Jesús Domínguez y ejecutados por Emilio García Armenta en el contexto de renovación de la orfebrería del palio de María Santísima de la Estrella, un proceso que renovó el concepto de paso de palio sevillano, pues incluyó elementos arquitectónicos en los respiraderos diseñados por Jesús Domínguez, comenzados en 1957 (para ampliar: Boletín Cuaresma 2009, página 24 ) y que fueron completando el proyecto de corona del mismo autor (1956) o los candelabros de guardabrisas (1953), dando como resultado un conjunto rotundo y de referencia de la Semana Santa andaluza. Gracias a la labor de Ramón León podremos volver a ver el conjunto que marcó una época.

Por otra parte, se ha restaurado el palio de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Al comprobar que los bordados acumulaban depósitos de suciedad superficial, nuestra asesora artística, NªHªDª Concepción Moreno Galindo, comenzó los trabajos de limpieza. Entre las dificultades reseñables se puede citar la diferencia entre los bordados de diferentes épocas y que en la limpieza se ha buscado integrar los distintos tonos de oro. Los flecos también se han sido limpiados durante el proceso de restauración.

El palio de Ojeda fue estrenado en 1891 por la hermandad de la Macarena y que fue adquirido por la hermandad en 1909 a su autor, a quien se le había ofrecido como parte del pago del palio rojo que ejecutaba para la citada hermandad. Su apariencia actual es producto de diferentes actuaciones. La primera de ellas fue realizada por su autor, que sustituye la hojarasca que enmarca la heráldica por coronas en las bambalinas frontal y trasera, pocos años después de su estreno. Ya en posesión de la hermandad, en 1936, se concluye la remodelación de Gómez Millán que le da la identidad conocida en la Hermandad. En esta remodelación, suprime las corbatas, sustituye la gloria, probablemente una inmaculada en su origen, por las Santas Justa y Rufina, titulares de la hermandad. También cambia la heráldica, cambia los flecos por unos de bellota y modifica el dibujo de las bambalinas laterales. Hacia 1952, se vuelven a cambiar los flecos de bellotas por la malla de oro con borlones de flecos que luce actualmente y que solo los palios de la corporación lucen así en Sevilla.